La ruta principal del Transiberiano fue inaugurada tras trece años de trabajo y con una extensión de 9.288 kilómetros, une Moscú con la costa rusa del Océano Pacífico, concretamente con la ciudad de Vladivostok. Esta vía, que atraviesa ocho zonas horarias y cuyo recorrido demanda cerca de 7 días de viaje, constituye el servicio ferroviario continuo más largo del mundo, con excepción de la ruta que nos llevarían a atravesar (Transmongoliano) o rodear (Transmanchuriano) Mongolia, llegando hasta la capital de China, Beijing.