Conocido como Persia durante milenios, el Irán de hoy es fruto de una gran amalgama de influencias -persas, griegas, mesopotámicas, sasánidas, árabes- que han acabado desembocando en la actual República Islámica. El país, donde la preponderancia de un recurso natural como el petróleo es clave a la hora de entender tanto la economía nacional como sus inestables relaciones con las potencias occidentales, tiene una gran diversidad étnica que se traduce en hasta 75 lenguas diferentes y en una gran cantidad de pueblos que en muchas ocasiones -turcomanos, kurdos, baluches- comparten identidad con los países vecinos.
Tierra árida y mesetaria, la cultura de Irán es de gran riqueza tal y como prueba el arte de elaboración de alfombras, la gran tradición musical -la región es cuna de la creación de instrumentos tan complejos como la trompeta-, los vestigios históricos de una nutrida variedad de civilizaciones o la obra de grandes poetas clásicos como son Hafez de Shiraz, Rudaki o Omar Khayyam. En la actualidad, la mujer combate las leyes que la sitúan varios escalafones por debajo del hombre en la sociedad iraní, convirtiéndose en un ejemplo de lucha feminista por todo el mundo. La agitada Teherán, la sagrada Qom, la bella Isfahan, la sedosa Yazd o la minera Neyshabur son algunas de las ciudades que conforman una constelación que atrapa a los viajeros -y cada vez son más- que se adentran en Irán.
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Para conocer Irán a través de... la Literatura