Escocia forma parte del Reino Unido desde la firma del Acta de Unión en 1707, pero su voluntad de diferenciarse de sus vecinos ingleses nunca ha desaparecido hasta hoy en día. La muestra más reciente es la petición de un segundo referéndum de independencia por parte del Parlamento escocés una vez el Brexit finalmente se ha convertido en una realidad. Dividida en tres regiones topográficas -las Highlands, Midland Valley y las Southern Uplands-, Escocia ha sido habitada desde los tiempos de la última glaciación y ha visto pasar romanos, celtas y vikingos por sus tierras. De los celtas, precisamente, aún encontramos una herencia gaélica presente sobre todo en las islas y las regiones occidentales del país. Un elemento que sí está presente en toda Escocia es el whisky, la producción del cual se trata de un elemento identitario fundamental para los escoceses, además de un gran pilar económico junto con los yacimientos de petróleo y gas natural en el mar del Norte, la industria pesquera y los recursos hidroeléctricos. Otros elementos imprescindibles para comprender el país son la mística de sus castillos, las tensiones entre católicos y protestantes, leyendas como las del lago Ness, los ásperos paisajes del norte, la vitalidad cultural de Edimburgo o el peso económico de Glasgow. ¡Adentrémonos en Escocia!
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Para conocer Escocia a través de... la Literatura